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La historia de María, Marta y Jesús que se encuentra en Lucas 10 resume el anhelo de Dios por una relación simple y sin restricciones con sus hijos. A medida que este nuevo año llega a su fin, oro para que esta historia encienda un fuego en nuestros corazones para vivir de una unión sin obstáculos con nuestro Padre celestial. Ruego que tratemos de hacer continuamente espacio en nuestras vidas para lo que realmente importa. La Biblia dice en Lucas 10:38-42:

“Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará”.

Quiero que mi vida se centre alrededor de “lo mejor”. Quiero que todos mis días estén marcados al elegir sentarme a los pies de Jesús en lugar de vivir una vida basada únicamente en obras. Al final de mi vida, quiero mirar atrás y saber que busqué una relación con mi Dios por encima de todo lo demás, y que le di mi corazón en cada etapa, sin importar el costo.

La simple verdad de la espiritualidad cristiana es que Dios anhela llenar con su cercanía cualquier espacio que pongamos a su disposición. El regalo que nos da, y que supera con creces a un cónyuge, un trabajo, una familia, un éxito terrenal o una estabilidad financiera, es simplemente él mismo. El clamor de nuestro Padre celestial es simplemente esto: “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes” (Juan 15:4).

¿Qué pasaría si tu meta principal de Año Nuevo fuera hacer espacio para que Dios lo llene? ¿Qué otros deseos de tu corazón se satisfarían con esto? ¿Qué tan maravilloso sería experimentar la paz y la alegría trascendentes que provienen de centrar tu vida en torno al encuentro con Dios? ¿Qué tan continuamente satisfecho te sentirías al recibir constantemente el poderoso amor de su Padre celestial?

Tómate hoy tiempo para reflexionar sobre lo que realmente importa. Tómate un tiempo para elegir “lo mejor” para que tu vida se centre en el único que tiene el poder de satisfacer realmente todos tus anhelos. Que tu año esté marcado por una unión sin obstáculos con el Dios que te llena con su mayor regalo: él mismo. Somos un poema donde Dios está escribiendo.