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Los niños son muy importantes para la comunidad de fe, ellos aportan alegría, fe genuina, amor y devoción espontánea. Verlos crecer y desarrollarse es una bendición para la iglesia local. Los niños son valiosos como personas y tienen una vida espiritual que desarrollar, traen talentos y dones que necesitan ser cultivados para su beneficio, así como también en el cuerpo de Cristo. Piense en como las organizaciones deportivas buscan talentos en sus divisiones inferiores e invierten recursos importantes en su formación. Saben que su futuro está en formar a las generaciones que crecen entre sus filas. A continuación, verán algunas recomendaciones para incluir a los niños en la vida de la iglesia local:

  1. Involucre a los padres y la familia. Trabajen en equipo con los padres, la iglesia es un lugar perfecto para las familias. La salud espiritual de la iglesia está directamente relacionada con la salud de las familias que la integran. Una familia cuyos hijos son apreciados no se moverán de la comunidad local con facilidad.
  2. Con cuidado y prudencia. Los niños son frágiles física y espiritualmente, así como los preadolescentes son sensibles a la crítica. Promueva un ambiente saludable hacia las nuevas generaciones. El púlpito es un símbolo de autoridad, por consiguiente, elogie y motive públicamente, el amor es más efectivo que la rigurosidad o una estricta liturgia. Las nuevas familias valoran el respeto y la comprensión hacia sus integrantes más pequeños. Si hay niños con necesidades especiales revise que sus instalaciones sean seguras, en el caso de asistir matrimonios o parejas con recién nacidos, provea un espacio privado para el cambio de pañales o amamantar. Modere el volumen de la amplificación, ya que los órganos sensoriales de los niños con necesidades especiales y recién nacidos son muy sensibles. Usted puede utilizar una aplicación para medir el nivel de ruido en el templo e informarse de los valores recomendables para la salud.
  3. Cuide no apagar el espíritu de los niños y preadolescentes. Establezca algunas normas mínimas de orden en los templos, refuerce positivamente la reverencia y el respeto, elogie su buen comportamiento y destaque sus buenos actos de servicio. Los niños juegan y los preadolescentes están desarrollando su pensamiento crítico, destaque lo bueno, amable, la virtud y lo que sea digno de alabanza en ellos.
  4. Inclúyalos en el sermón principal. Ellos serán su relevo, integre a los niños en la lectura de pasajes bíblicos que usted exhorta. La participación de un niño y preadolescente involucra emocional y espiritualmente a toda su familia. Si es posible utilice un lenguaje sencillo, con ilustraciones del sermón que sean comprensibles para toda la familia. Recuerde que cuando se cocina en un hogar donde hay niños, de una misma preparación pueden comer todos, pero con distintos tamaños de porción, condimentos y presentación, de la misma manera, el sermón puede ser transversal no les aparte de la mesa del Señor, intégrelos en la vida cotidiana de la Iglesia.
  5. Recompense y celebre. A los niños les llena de alegría y gozo ser reconocidos por los líderes de la Iglesia, porque buscan aprobación de los adultos. Eso construye una sana autoestima y fortalece su identidad como parte del cuerpo de Cristo. Bendiga a los niños semana a semana y celebre las fechas importantes como sus cumpleaños, el día del niño, inicio y finalización del año escolar. Reconozca a los niños que obtienen buen desempeño en el colegio o quienes destacan en deportes, las artes, entre otras disciplinas. Cada niño tiene habilidades especiales otorgadas por Dios, evite las etiquetas negativas, ningún niño y preadolescente sobra.

Nuestros servicios de adoración congregacional son una celebración y los niños son invitados por Jesús a participar activamente. Si los pequeños están en nuestro medio es porque Dios los considera, valoremos y celebremos sus vidas. “Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14).

Escrito por: Jorge y Ivonne Cárdenas (directores nacionales de niños en Chile)