Es un domingo típico en la iglesia. Los niños entran al salón y comienzan a contarle (maestro/a) lo que les sucedió durante la semana. De repente, la conversación da un giro y comienzan a pedirle oración: ore por mi rodilla porque me caí; ore por mi abuelita que está enferma; ore por mi amigo. Una vez todos le han compartido, quieren que usted ore. Usted con una sonrisa pregunta si hay algún voluntario que desee orar por las peticiones. El salón está repleto de niños, pero sólo se quedan mirando. Todos saben que debemos presentar nuestras peticiones a Dios, mas no están seguros de cómo hacerlo. De repente, un niño valiente se levanta y pasa al frente para orar; pero después de pedirle a todos que inclinen su rostro, hay un silencio total en el salón porque no tiene idea de cómo orar.
¿Alguna vez ha tenido esta experiencia en su ministerio de niños? Si la ha tenido, quiero que sepa que no es el único. Nosotros les decimos a los niños que oren. Les hablamos sobre el poder de la oración. Tomamos sus peticiones, pero a menudo se nos olvida enseñarles a orar. Siempre oramos por ellos, pero no les damos la oportunidad para que oren por sí mismos.
Me doy cuenta cuán importante es que los niños nos vean orando. Si queremos que aprendan a orar, nosotros debemos modelar una vida de oración. Luego que nos vean como un modelo, debemos darles las herramientas para que oren por ellos mismos en lugar de nosotros hacerlo siempre. Debemos enseñarle a esta generación a clamar a Dios con la confianza de que Él siempre oirá su clamor.
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”. (1 Juan 5:14)
Ideas que puede utilizar
¿Qué es la oración?
Con demasiada frecuencia los niños piensan que la oración es una lista de peticiones que le presentamos a Dios, casi como si Él fuera un genio en la botella listo para conceder nuestros deseos. Asegúrese de que los niños conozcan las siguientes verdades sobre la oración:
- Orar es hablar con Dios.
- Hay muchas cosas que le podemos decir a Dios en oración. Le podemos dar gracias por todo lo que Él ha hecho y nos ha dado. Podemos reconocer Su grandeza. Podemos confesar nuestros pecados. Podemos pedir por las necesidades de otros y por las nuestras.
- Dios siempre contesta nuestras oraciones. A veces con un sí, otras con un no; y en otras nos dice que esperemos.
- Orar no es sólo hablar. Detente y escucha lo que Dios te quiere decir.
Maneras de enseñar estos conceptos:
Concepto
Orar es hablar con Dios.
Enseñanza
Divida la clase en grupos pequeños y asígnele a cada uno un tema. Puede utilizar temas como cuál es tu golosina favorita o día festivo. Instrúyalos a hablar sobre el tema entre ellos. Si tiene un grupo que no sabe qué hacer y está callado, pídales que compartan entre ellos la respuesta a esta pregunta: “¿Cuál es tu día festivo favorito, y por qué te gusta?” Cuando hayan compartido los unos con los otros, pídales que le digan a Dios su respuesta a la pregunta. Esto al principio les parecerá un poco incómodo, pero anímelos a decir su respuesta en voz alta: “Dios, la Navidad es mi día festivo favorito porque ponemos el árbol de Navidad”. (Tal vez algunos niños quieran estar solos para decirle a Dios su respuesta.) Una vez le digan a Dios su respuesta en voz alta, pídales que respondan a otra pregunta en voz baja. Por último, pídales que le digan a Dios en silencio la respuesta a una tercera pregunta. Al terminar, explíqueles que podemos hablar con Dios sobre cualquier cosa y lo podemos hacer en voz alta, en voz baja o en silencio.
Concepto
Hay muchas cosas que le podemos decir a Dios en oración. Le podemos dar gracias por todo lo que Él ha hecho y nos ha dado. Podemos reconocer Su grandeza. Podemos confesar nuestros pecados. Podemos pedir por las necesidades de otros y por las nuestras.
Enseñanza
En la parte superior de una hoja grande, escriba las siguientes palabras: Quién Dios es, Gracias, Perdón, Otros, Yo. Debajo de cada palabra, piense en otras palabras y escríbalas. Para las palabras “por otros” y “por mí”, pídales a los niños que compartan sus necesidades. (Vea la tabla más adelante.)
Luego, instrúyalos a recitar oraciones utilizando una de las palabras. Por ejemplo, “Dios, yo sé que Tú eres mi Creador” o “Dios, te doy gracias por mi hogar”. A medida que puedan hacer oraciones sencillas, enséñeles a hacer oraciones de un párrafo, utilizando una palabra de cada columna. (Asegúrese que escojan aquellas palabras que apliquen a sus vidas.)
Oración de párrafo: “Dios, sé que eres benigno. Gracias por darme a mi familia. Te pido perdón por golpear a mi hermana. Por favor, ayuda a mi abuela que está enferma. Ayúdame a mí también a deletrear las palabras de ortografía que me asignaron esta semana”.
Quién es Dios | Gracias | Perdón | Por otros | Por mí |
Creador | Mi hogar | Golpear | Abuela enferma | Ayuda con la matemática |
Benigno | Mi familia | Desobediencia | Perrito extraviado | Me duele el dedo |
Inteligente | Comida | Decir una mentira | Amigo solitario | Miedo a la oscuridad |
Concepto
Dios siempre contesta nuestras oraciones. A veces con un sí; otras con un no; y en otras nos dice que esperemos.
Enseñanza
Prepare una imagen visual que incluya un semáforo. Pregúntele a la clase qué deben hacer los conductores cuando la luz de un semáforo está en rojo, amarillo o verde. Explíqueles que las respuestas de Dios a nuestras oraciones son como un semáforo. A veces, Dios responde con un sí a nuestras oraciones (luz verde). En otras, responde con un no (luz roja). Y en otras, nos dice que esperemos (luz amarilla). Comparta alguna experiencia personal cuando Dios le contestó con un sí, con un no o le dijo que esperara.
*Idea tomada del currículo de oración de formación espiritual por Daryl Dale.
Concepto
Orar no es sólo hablar. Detente y escucha lo que Dios te quiere decir.
Enseñanza
Puede ser muy difícil que los niños entiendan que la oración también es escuchar la voz de Dios. Comience dándoles tiempo para “escuchar” a Dios durante los servicios. Una idea que puede utilizar es darle a cada niño un pedazo de papel y algunos crayones. Luego, comience a orar en voz alta y pídale a Dios que le hable a la vida de cada uno. Seguido, toque alguna música de adoración e instruya a los niños a escuchar a Dios hablar a sus corazones. Seguido, pídales que hagan un dibujo acerca de lo que Dios les dijo. Se asombrará de ver lo que los niños escuchan de Dios.
Los niños quizás expresen alguna incapacidad para poder escuchar a Dios; pero explíqueles que a veces Dios no nos habla directamente; también nos habla por medio de Su Palabra. Escriba un versículo bíblico en un pedazo de papel para que los niños puedan colorear, si no escuchan algo específico de parte de Dios.
*Gracias a Kerry Bevel por la actividad.
Lección objetiva de oración
Materiales necesarios
2 pedazos de pan
Ingredientes para hacer un emparedado (queso, jamón, mantequilla de maní, jalea, mostaza, mayonesa, etc.)
Platos
Cuchillos o cucharas desechables
Lección objetiva
Explíquele a la clase que preparará un emparedado. Tome un pedazo de pan y póngalo en un plato. Luego, agregue los ingredientes. Agregue ingredientes que normalmente no se le pone a un emparedado. Por ejemplo, agréguele mantequilla de maní, un pedazo de jamón y mostaza. Observe que la mayoría de los niños expresarán disgusto por la combinación de ingredientes. Por último, complete el emparedado poniéndole el otro pedazo de pan. Si se atreve, ¡pruébelo!
Explíqueles que para preparar un emparedado se comienza primero con un pedazo de pan y se termina con otro pedazo de pan; sin embargo, los ingredientes que se le pone en medio son diferentes. Así es la oración, —como un emparedado—. Todos comenzamos de manera similar, diciendo, “Amado, Dios…” Y terminamos de la misma manera, “En el nombre de Jesús, amén”. Sin embargo, en el cuerpo (en medio) de la oración los “ingredientes” son diferentes, es decir, le podemos decir a Dios cualquier cosa.
Permita que los niños practiquen utilizando el modelo del emparedado. Me encanta cuando los niños se dan cuenta que pueden orar con simplemente decir, “Amado Dios, (añaden algo en medio), en el nombre de Jesús, amén”.
*Lección objetiva tomada del currículo de oración de formación espiritual por Daryl Dale.
Oraciones para preescolares
Ningún niño es demasiado pequeño para orar. Si pueden hablar, ¡también pueden orar! Recuerdo un día en particular cuando mi hija era muy pequeña, y me dolía la cabeza. Yo dije que quería que Dios me sanara. Ella al oírme, se acercó y me tocó la cabeza, diciendo, “Jesús, la cabeza de mamá”. Dios entendió lo que ella pedía, ¡y eso que no fue una oración completa!
Es difícil que los niños de edad preescolar sepan cómo orar si nadie les ha enseñado. Para ayudarlos, cree juegos de tarjetas de oración con dibujos. En cada tarjeta, pegue una imagen de algo o alguien que les sirva como guía para orar.
Tipos de tarjetas de oración
Tarjetas de agradecimiento: Cada tarjeta deberá tener un dibujo de algo por lo cual estar agradecidos con Dios (flores, árboles, casa, etc.)
Tarjetas de peticiones: Cada tarjeta deberá tener un dibujo de algo o alguien que necesita la ayuda de Dios. (curitas, dibujos de madres, padres, amistades, pastor, maestro de escuela dominical, policía, misioneros, etc.) Durante el tiempo de oración, pídale a un niño que escoja una tarjeta y ore utilizando el dibujo como guía.
Estaciones de oración
Las estaciones de oración son simplemente una forma de guiar las oraciones de los niños. Se les provee una actividad y un enfoque de oración.
Estación de oración de agradecimiento
Materiales: papel, crayones, marcadores, calcomanías
Actividad: Pídales a los niños que hagan una tarjeta sobre algo específico que Dios ha hecho o les ha dado.
Peticiones de oración/Oraciones contestadas
Opción 1
Materiales: Un tablero de anuncios o cartel que puedan tener acceso cada semana, notas autoadhesivas, lápices/lapiceros
Actividad: Divida el tablero de anuncios en dos secciones: peticiones de oración y oraciones contestadas. Pídales a los niños que escriban sus peticiones de oración en las notas autoadhesivas y las peguen en la sección de las peticiones de oración. Cuando Dios conteste sus peticiones, instrúyalos a mover las notas a la sección de oraciones contestadas. (También recuerde mover aquellas peticiones que Dios contestó con un “no”, tal como la muerte de alguien. Explique que Dios contestó la petición conforme a Su voluntad, y no la nuestra; pero contestó. Esto les enseña a los niños acerca de la soberanía de Dios. ¡Sus caminos no son los nuestros!)
Opción 2
Materiales: Papel de construcción cortado en tiras, lápices/lapiceros, cinta adhesiva
Actividad: Pídales a los niños que escriban sus peticiones de oración en las tiras de papel. Póngalas en una canasta pequeña. Si el grupo es pequeño, repase las peticiones cada semana y oren en grupo. Si el grupo es grande, reparta las tiras de papel cada semana y pídale a cada niño que ore por esa petición. Recolecte todas las peticiones cuando terminen de orar. Una vez Dios conteste las peticiones, pegue las tiras de papel con cinta adhesiva para crear una cadena de peticiones contestadas. Cuelgue la cadena en el salón como un recordatorio para los niños de lo que Dios ha hecho.
[Nota:]¡Una vez tuve una cadena de oración que se extendía muchos metros de un lado a otro del salón!
Entrego mis preocupaciones/problemas a Dios
Materiales: Una pelota o bloque pequeño para cada niño, un recipiente con la palabra “Dios” escrita en él, cinta adhesiva para crear un camino (sendero).
Actividad: Cree un camino sinuoso en el salón con cinta adhesiva. Al final del camino, coloque el recipiente con la palabra “Dios”. Luego, dele a cada niño una pelota o bloque pequeño, y dígales que se imaginen que el objeto en mano es una preocupación que tienen. Anímelos a orar y pedirle a Dios que tome control de su preocupación/problema. Una vez estén listos para entregarle su preocupación a Dios, instrúyalos a caminar por el sendero y a dejar caer el objeto en el recipiente. Dígales que caminen con toda seguridad de que Dios tendrá cuidado de su preocupación/problema. Comparta con ellos el pasaje de 1 Pedro 5:7: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
Diarios de oración
Los diarios de oración son una gran herramienta para entregarle a los niños y motivarlos a orar en sus hogares. Pero quizá no sepan cómo escribir sus oraciones (o dibujarlas), aun si se les entrega un diario; por lo tanto, debe enseñarles cómo utilizar el diario comenzando con un tiempo de oración en silencio en la iglesia. Dedique varios minutos cada semana para enseñarles un tipo de oración diferente (agradecimiento, confesión, intercesión, etc.). Después del tiempo de enseñanza, pídales que tomen su diario y algunos crayones/lápices y se muevan a diferentes áreas del salón. Toque música de adoración suave mientras escriben o dibujan el tipo de oración que aprendieron. Una vez terminen, anímelos a compartir con la clase. Repita esta actividad durante varias semanas hasta que los niños entiendan cómo utilizar sus diarios de oración. Una vez aprendan cómo hacerlo, entréguele uno a cada uno de ellos para que utilicen en casa. El diario puede ser tan simple como grapar unos cuantos pedazos de papel o una libreta que compre en la tienda. Pídales a los niños que escriban o dibujen una petición a Dios cada día.
Descargue un diario de oración
Puntos destacados de oración
A menudo los niños tienden a enfocarse más en sus propias necesidades o en las de aquellos que conocen. Considere iniciar un tiempo de “enfoque en la oración” semanal o mensualmente. A continuación, algunas ideas que le ayudarán a dar inicio.
Enfoque en las misiones: Muestre un mapa del mundo. Cada semana resalte un país/grupo de personas en particular y sus necesidades. De ser posible, muéstrele a la clase algunas imágenes de dicho país. Coloque un punto sobre el país y sobre la ubicación de su comunidad. Explíquele a la clase que, aunque están separados por una gran distancia, ¡Dios no lo está!
Enfoque gubernamental/de comunidad:Obtenga algunas fotos de sus líderes gubernamentales y comunitarios. Muéstrele a la clase una foto en cada momento destacado. Comparta alguna información personal de cada líder y ore por ellos en su rol como figuras de autoridad.
Enfoque en la iglesia:A fin de que los niños conozcan mejor a sus líderes, invite al salón de clase a maestros de escuela dominical, pastores, ujieres, etc. Pídales que compartan brevemente acerca de su trabajo y cómo los niños pueden orar por ellos. Luego, motive a los niños a formar un círculo alrededor del invitado y oren por él/ella.
Recursos en español
Libros
Little Book of Christian Prayers for Kids in Spanish and English [Pequeño libro de oraciones cristianas para niños en español e inglés]
Autor: Gerard Aflague
Publicador: CreateSpace Independent Publishing Platform; First edition
ISBN: 9781533366627
Cuando los niños oran
Autora: Samantha Pegues
Publicador: Pegues Enterprises
ISBN: 9780692661017
Ora por Mí – Edición para niños
Autor: Tony Souder
Publicador: Chattanooga Youth Network
ISBN: 9780996375047