La vida ha sido interrumpida. En todo el mundo, los funcionarios gubernamentales, los profesionales de la salud y los líderes de la industria están tratando de discernir la mejor manera de responder a COVID-19 (coronavirus) y sus efectos en las necesidades y el bienestar de nuestras comunidades. Los mercados financieros están sufriendo, las tiendas de comestibles no se dan abasto, las escuelas están cerrando, los viajes se están deteniendo, y los individuos, así como vecindarios enteros, están siendo puestos en cuarentena. Para muchos adultos, la preocupación, el miedo y la ansiedad se intensifican a medida que la incertidumbre de esta pandemia crece y se extiende a nivel mundial.
Nuestros hijos también son testigos de esta incertidumbre. En muchos lugares, los sistemas escolares están en prolongados cierres y las actividades deportivas están siendo canceladas. Para algunos niños, sus padres también están en casa como precaución, mientras que las interacciones con sus abuelos, un grupo demográfico vulnerable a la enfermedad, están siendo limitadas. La cobertura de noticias las 24 horas del día en sus televisores, medios sociales y sitios en línea es inevitable. También es un momento de miedo para los niños.
Como padres y ministros de niños, hay muchas maneras de ayudar a nuestros hijos a atravesar esta crisis. Este es un momento importante. Tenemos una oportunidad y tarea significativa para guiar a nuestros hijos tanto física como espiritualmente. ¿Pero cómo lo hacemos?
Escúchelos. Escuche lo que tienen que decir. Averigüe lo que ellos saben, lo que han oído y cómo se sienten.
Hable con ellos. Respete sus miedos y no los minimice. Corrija cualquier información falsa que hayan recibido y responda a sus preguntas. Si no sabe la respuesta, ayúdelos a encontrarla. Deles los hechos.
Ore con ellos. Podemos recordarles a nuestros niños que “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Ore con ellos pidiéndole a Dios que los proteja a ellos y a sus familias del virus. Pídale que le dé sabiduría. Ore por los afectados por la enfermedad y por los investigadores y científicos que la combaten. Gracias a Dios por la esperanza que tenemos en Cristo, nuestro Salvador y Sanador.
Entrénelos. De acuerdo con la organización mundial de la salud (OMS), algunas medidas de prevención sencillas pueden ayudar en la lucha contra la propagación del Coronavirus. Estas medidas incluyen lavarse bien las manos y proteger a los demás de nuestra tos. De acuerdo con la OMS, debemos enseñarles a los niños a:
- Lavarse las manos regularmente con jabón y agua
- Lavarse las manos después de toser, antes y después de comer, después de usar el baño, cuando las manos estén sucias, al cuidar animales.
- Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel o con el codo doblado al toser o estornudar.
- Tirar los pañuelos usados inmediatamente después de usarlos.
- Lavarse las manos después de toser o estornudar.
Apague la televisión. Investigaciones de expertos como el Centro de medios de comunicación y salud infantil informan que la exposición a los programas de noticias lleva a los niños a experimentar miedo. Si añade a esto una crisis de salud global y un reportaje catastrófico a la programación, aumentará la ansiedad de nuestros niños. Sí, debemos mantenernos al tanto de las últimas actualizaciones y estar atentos para combatir la propagación de este virus. Sin embargo, debemos limitar la cantidad de noticias a las que nuestros niños están expuestos.
Una nota para las iglesias. Esperamos que su ministerio ya está acatando las políticas de higienizar y desinfectar el lugar de su ministerio. Estas políticas deben incluir el lavado de manos frecuente y la desinfección por parte de su personal, desinfectar los juguetes y suministros semanalmente, y limpiar regularmente el equipo, las superficies y las paredes.
Este es un momento inusual para nosotros, para nuestras familias y para nuestros hijos. Creo que Dios bendecirá nuestros esfuerzos —creativa e inspiradamente— mientras buscamos llevar paz, sanidad e información a los niños que servimos.
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