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Cuidar plantas no es lo mío. He tratado de mantener vivas las plantas a veces, pero siempre parezco fallar. Una de mis plantas favoritas me la regaló una niña de quinto grado a la que enseñé en la escuela dominical. Ella me dio una planta de amarilis. ¡Fue increíble verla crecer hasta convertirse en unas hermosas flores sin regarla!

Sin embargo, todos sabemos que para que las plantas se mantengan vivas debemos cuidarlas. Debemos tomarnos el tiempo para darles el agua, la luz del sol y el suelo adecuados para su alimentación. Eso es similar a los preescolares y los niños en su crecimiento espiritual. No podemos sentarnos, no hacer nada y esperar crecimiento. Tenemos que ser intencionales.

Todos estamos familiarizados con el versículo de Proverbios 22:6 que dice: «Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él». Es vital equipar a los niños a medida que crecen para que la Palabra de Dios se arraigue en sus corazones. Una comprensión de las verdades básicas acerca de Dios, la Biblia y la salvación son fundamentales. La próxima generación de adultos puede estar bien equipada porque proporcionaste un proceso de acompañamiento sabio de discipulado a esta generación de niños.

En este blog exploraremos la importancia de ¿Por qué es importante discipular a las nuevas generaciones?

  1. Dios desea mostrarse a las nuevas generaciones, Él desea que le conozcan. Y en esto nosotros tenemos un papel protagónico, a nosotros nos dio esa responsabilidad. La Biblia nos recuerda en Deuteronomio 6:6-9: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
  2. Tenemos una gran población de niños
    1. Ellos son el campo misionero más grande y menos alcanzado.
    2. Los niños están listos para responder al evangelio, crecer en su fe, y compartir el evangelio con otros.
    3. Sí un niño es alcanzado, una vida entera es transformada, ellos pueden llevar largas vidas fructíferas.
  3. Son una población vulnerable y de mucho interés para el adoctrinamiento de filosofías e ideas mundanas.
  4. Dios nos los ha prestado hoy, están en nuestra casa, nuestras iglesias, no podemos permitir que se pierdan como sucedió con la generación que vino luego de Josué (Jueces 2:10-11).

El discipulado intencional es un llamado a la acción para todos nosotros. Cada uno de nosotros, sin importar nuestra edad, puede desempeñar un papel activo en el proceso de discipulado. Debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad de guiar y ser guiados, de compartir y recibir sabiduría espiritual, y de ser modelos vivos de la fe que profesamos. El discipulado es un viaje espiritual que abarca todas las edades, una oportunidad para crecer, aprender y servir a Dios y a los demás. Es un recordatorio de que la fe es una trayectoria que dura toda la vida y que cada etapa de la misma es valiosa en el plan de Dios.

¡Estamos orando por ti mientras lideras!