Desde sus inicios, la Iglesia de Dios de la Profecía se ha distinguido por ser un pueblo de conexión. Dios nos ha unido como un solo cuerpo, trascendiendo fronteras, culturas y continentes, para ser enviados al mundo. El [departamento] de Comunicaciones Mundiales tiene la misión de difundir este mensaje —de manera clara, convincente y coherente— en cada idioma donde nuestra iglesia tenga presencia.
Nuestra visión va más allá de simples palabras; es una misión en acción. A través del apoyo del Fondo de Todas las Naciones, el mensaje de quiénes somos como movimiento está siendo traducido, publicado y distribuido a los creyentes de todo el mundo. [El panfleto] Somos la Iglesia de Dios de la Profecía es una afirmación de quiénes somos y un recurso de discipulado eficaz, trascendiendo las barreras lingüísticas y culturales para
reafirmar nuestra unidad en Cristo.
Nuestros [esfuerzos] ya están dando frutos. Gracias a que
múltiples traducciones han sido completadas, y muchas otras están en progreso, ya muchas congregaciones alrededor del mundo están beneficiándose de este recurso vital. Cada versión es más que un logro lingüístico; la versión en criollo haitiano recientemente publicada es una clara expresión de nuestro compromiso del trabajo compartido, la diversidad en la expresión y la proclamación diáfana del evangelio.
Ciollo haitiano
El criollo haitiano, o Kreyòl Ayisyen, encarna la historia, la
identidad y la resiliencia de Haití. Desde sus orígenes en
los siglos XVII y XVIII hasta el presente, el criollo haitiano
se convirtió en una lengua vibrante que entrelaza
raíces africanas, europeas e indígenas, y representa la
diversidad del pueblo haitiano. Es la lengua principal de
más de 10 millones de hablantes en Haití y su diáspora.
El idioma surgió como una lengua criolla de base francesa. A partir de un vocabulario predominantemente francés, la lengua se nutrió del portugués, el español, el taíno y, de lenguas de África occidental, e incluso rastros de arameo. Esta fusión, nacida de la compleja historia colonial de Haití, fue el resultado de la necesidad de comunicarse entre africanos esclavizados, el pueblo indígena taíno y los colonos europeos, quienes tuvieron que superar las barreras culturales y lingüísticas.
El criollo haitiano, si bien se originó con influencia francesa, es una lengua única, con su propia estructura gramatical, pronunciación y léxico. A lo largo de su historia, se ha convertido en la lengua principal de casi todos los haitianos, uniendo la identidad nacional de forma social y económica
El criollo haitiano une a los hablantes de otras lenguas criollas de origen francés en el Caribe y más allá, incluidas las [islas] de Guadalupe, Martinica, Dominica, Santa Lucía, Guayana Francesa y Luisiana. El legado lingüístico unifica a los hablantes del criollo haitiano con una comunidad de habla criolla más amplia, creando un sentido de identidad y conexión cultural a través del
Atlántico
El criollo haitiano fue reconocido oficialmente como una de las dos lenguas oficiales de Haití en 1987, junto con el francés. En la actualidad, su uso se ha extendido a la educación, el gobierno y los medios de comunicación, abriendo puertas para que la mayoría de los haitianos tengan acceso a la alfabetización, los derechos legales y los servicios públicos en su lengua nativa.
La Iglesia de Dios de la Profecía (IDP) tiene una presencia
significativa, tanto en Haití como en las comunidades haitianas en el extranjero. La presencia de la IDP es profunda y sólida, con un sinfín de congregaciones que imparten dirección espiritual, ayuda humanitaria y programas para el desarrollo local. Muchas iglesias de habla criolla haitiana resaltan la importancia de la oración, el culto y la música góspel, fusionando el culto tradicional con los ritmos y las narrativas propias de la cultura haitiana.
Las iglesias de la IDP en Haití no son solo lugares de adoración, también funcionan como centros comunitarios, escuelas y organizaciones de socorro, que brindan ayuda a las personas afectadas por la pobreza, los desastres naturales y la inestabilidad política. La presencia de la Iglesia de Dios de la Profecía ha sido especialmente crucial en tiempos de crisis, como terremotos y huracanes, en los que ha proporcionado
alimentos, refugio y asistencia médica.
Con la expansión de las comunidades haitianas por todo el mundo, el alcance de la Iglesia de Dios de la Profecía también se ha extendido. Encontramos congregaciones de la IDP con miembros de habla criolla haitiana en Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) y el Caribe (República Dominicana, Bahamas, Guadalupe, Martinica y otras islas), así como en Eurasia (Francia y otras partes del mundo francófono). A medida que la Iglesia de Dios de la Profecía amplía su alcance a las poblaciones de habla criolla haitiana, desempeña un papel fundamental en la difusión del mensaje de esperanza, la unidad y en el fortalecimiento de las comunidades haitianas tanto en
Haití como en otros lugares del mundo.
La imagen del orfanato en Haití fue recibida del Departamento de Misiones Mundiales.