«Porque tuve hambre, y me disteis de comer»

[Jesús] nos entregó la encomienda de anunciar el evangelio a toda criatura. Nuestro máximo llamado es ser testigos del poder y el amor de Dios ante el mundo que nos rodea. En última instancia, su salud espiritual es primordial. Podemos alimentar al mundo entero, pero si la gente no conoce a Jesús, les es de poco beneficio espiritual. Por otro lado, la iglesia enfrenta una dura realidad: es difícil escuchar el evangelio cuando el estómago está vacío. Lo que quiero decir con esto es que para muchos en este mundo que sufren pobreza y hambre, es difícil creer en un Dios que ama cuando ellos padecen tanto sufrimiento. Podemos pararnos en cualquier esquina y proclamar en alta voz que Jesús es el camino, pero eso de ninguna manera llenará la necesidad inmediata de una madre soltera que apenas puede pagar las cuentas, o de aquellos abuelos que cuidan a sus nietos debido a la ausencia de los padres. ¿Qué de la familia que trabaja arduamente, pero no tiene suficiente para cubrir las necesidades básicas del hogar? ¿Qué de aquellos que tienen que decidir entre pagar el alquiler o comprar comida? ¿Dónde encajan la iglesia y el evangelio en estas situaciones?

Tratar de satisfacer las necesidades físicas y espirituales de los demás podría parecer una tarea imposible; sin embargo, es precisamente ahí donde Dios ha colocado a la iglesia —su iglesia. La colocó en un lugar muy especial para suplir tanto las necesidades físicas como las espirituales de las personas de su comunidad. Para las iglesias más pequeñas, que son la mayoría, esto podría parecer una tarea abrumadora. Sin embargo, a continuación les comparto lo que Dios ha hecho a través de la pequeña iglesia que pastoreo en Rockwood, Tennessee, como testimonio de lo que Dios puede hacer cuando damos un paso de fe.

He pastoreado la IDP de Rockwood por casi diez años. Durante este tiempo, hemos enfrentado dificultades para alcanzar a la comunidad, especialmente después del cierre por la pandemia. Hace aproximadamente cuatro años y medio, sentí la necesidad de abrir lo que muchos llaman una “caja de bendiciones”. Por supuesto, había incertidumbre, preguntas, dudas y temores: ¿Cómo vamos a poder mantenerla abastecida? ¿Robarán las cosas? ¿Qué de aquellos que simplemente decidan no trabajar y tomen ventaja de ello? Con honestidad, yo era uno que hacía algunas de estas preguntas. Mi experiencia en el cuerpo policial me ha hecho un poco escéptico de la gente en general.

Pero dimos un paso adelante con fe, y tuvimos la bendición de encontrar un pequeño refrigerador para bebidas a buen precio, lo compramos y colocamos en la iglesia. Desde que comenzamos a [planear esta iniciativa], establecimos claramente que el objetivo no era solo alimentar a la gente, sino también conectarnos con la comunidad. Comencé a anunciarlo en la página de Facebook local del condado y la respuesta fue enorme, tanto de quienes necesitaban ayuda como de aquellos que querían colaborar. El almacén Care Cabinet (nombre que le dimos) lleva cuatro años abierto y nunca se ha agotado la comida. Muchas veces durante la semana, encuentro artículos nuevos que han sido donados por personas anónimas de la comunidad. En varias ocasiones he encontrado el almacén completamente lleno, todo gracias a las donaciones que llegan de otros fuera de la iglesia. Respondimos al llamado de Dios y Él ha sido fiel.

A principios de 2025, percibí en mi espíritu que Dios nos estaba llamando a dar otro paso adelante y hacer algo más grande. El ejemplo lo teníamos con la iglesia hermana en Crab Orchard, Tennessee y la pastora Marcy Brannon. Ellos comenzaron con un ministerio de alimentos llamando “Little Red Shed”, luego lo ampliaron a un almacén más grande y, al mismo tiempo, preparaban comida para la comunidad casi todos los días. Sentí que esa era la [nueva encomienda] que Dios estaba indicándonos.

Con cierta vacilación, la iglesia aceptó seguir adelante con esta [iniciativa], y casi al instante Dios comenzó a obrar. A través del Care Cabinet, Dios nos trajo tres personas nuevas, pero no porque necesitaran alimentos; eran cristianos que querían unirse al trabajo que estábamos realizando. [Pronto] comenzaron a entrar fondos para un edificio más grande y al paso de tres meses, encargamos un almacén de metal de 8 x 12, y también nos regalaron otro refrigerador para bebidas. El 15 de junio de 2025, inauguramos el nuevo almacén Care Cottage con oración, dedicación y compromiso.

En poco tiempo nos dimos cuenta de que la comunidad tenía grandes necesidades, pero también había muchas personas con grandes corazones. Nos regalaron una nevera-congelador, el cual nos ayudó para almacenar productos perecederos. Muchas personas de la comunidad se contactaron conmigo en privado para saber qué necesitábamos y qué podían hacer. Es tanto [la bendición] que siempre hay un flujo bastante constante de personas que no son parte de la iglesia trayendo artículos para abastecer el almacén. Desde el principio, le dije a la iglesia que primero teníamos que dar un paso de fe y luego Dios proveería. Así lo hicimos, y Él ha sido fiel.

Además de la oración, una de las cosas que nos ha ayudado a tener éxito y a satisfacer tantas necesidades ha sido pedir ayuda a la comunidad. Cuando hacemos alguna publicación en las redes sociales (Facebook), no solo anunciamos lo que tenemos en el almacén, también pedimos ayuda de los artículos específicos que necesitamos. También escribo mensajes en un foro de cazadores de ciervos del estado de Tennessee y pregunto si desean donar carne. La respuesta ha sido maravillosa. Recientemente también recibimos varias donaciones en efectivo y tarjetas de regalo de personas a través del estado que agradecen lo que la iglesia está haciendo. [Por otro lado], una granja en el pueblo de Sweetwater nos está bendiciendo con productos agrícolas una vez a la semana, a veces recibimos más de 200 libras. También hemos conseguido leche fresca de un distribuidor de productos lácteos. Y como si fuera poco, un camión de comida local se comunicó con nosotros para saber si queríamos la comida que les sobrara al final del día. Verdaderamente, la respuesta en general de otras personas que quieren ayudar ha sido maravillosa y alentadora. Dios no solo está bendiciendo a los necesitados, también nos está ayudando a crear relaciones.

[Sin duda], a veces parece casi imposible satisfacer todas las necesidades. En el condado de Roane, donde se encuentra la iglesia, hay mucha gente atravesando dificultades. Las cifras muestran que el 49 % de la población vive por debajo del nivel de pobreza. Casi la mitad de los residentes del condado apenas les alcanza para llegar a fin de mes. Sí, hay algunos que deciden vivir en la pobreza, pero el porcentaje es muy pequeño. En su mayoría, las personas que acuden a nosotros simplemente tienen necesidad porque no ganan suficiente para subsistir. Los buenos empleos en el condado son escasos. Para muchas familias, una crisis de salud prolongada del familiar que trabaja, o la necesidad de reparar el auto o un electrodoméstico de primera necesidad implica una grave crisis financiera de la que difícilmente se pueden recuperar. Para nosotros, como iglesia, ayudar con una despensa para un día o más, estar seguros de que sus hijos tengan algo que comer o prepararle un almuerzo a ese padre que se dirige al trabajo, es una bendición y esperamos que de alguna manera ayude a aliviar la crisis que enfrentan.

Le comparto algunos ejemplos de la demanda que hemos tenido. Hace varias semanas, recibimos 54 botellas de leche de medio galón. En menos de 24 horas se acabó todo. Al día siguiente, recibimos ocho cajas de medio litro de leche con chocolate, y también se agotaron en menos de 24 horas. Durante tres semanas seguidas, ambos refrigeradores se llenaron de productos, y todo se agotó en menos de dos días. Al menos dos veces por semana, abastecemos el refrigerador con almuerzos preparados, ponemos 24 cada vez, y al día siguiente se han agotado. Alguien tal vez pudiera pensar que una sola persona se lo lleva todo, pero no es así. Recientemente, mientras mi esposa y yo estábamos limpiando y almacenando algunos productos que habíamos recogido del huerto de uno de los miembros de la iglesia, en un espacio de más o menos una hora, cuatro familias llegaron al almacén Care Cottage buscando comida. Es raro estar allí sin que haya alguien buscando ayuda.

Entre las personas que hemos ayudado incluye a un padre de tres hijos que llegó hace una semana. Trabaja como asistente sanitario a domicilio pero en este momento no tiene trabajo. Su esposa también trabaja, pero debido a que él se encuentra desempleado, están viviendo una situación difícil. Amablemente me dijo que repagaría la ayuda una vez comenzara a trabajar. Le dije que bendijera a otra persona, ya fuera a través de nosotros o de otra forma, una vez regresara a trabajar. También hemos ayudado a una señora que cuida de su padre anciano, y tiene grandes gastos financieros. Hemos bendecido a varios abuelos que cuidan de sus nietos debido a que los padres sufren problemas de abuso de sustancias tóxicas u otros problemas que los han alejado de la familia.

En cuanto al futuro, creemos que Dios está guiando a Care Cottage para que amplíe su alcance e incluya la provisión de almuerzos para llevar comidas preparadas. Nos hemos dado cuenta de que los productos rápidos y listos para consumir son los primeros en agotarse, ya sea que los reciban las personas desemparadas o porque simplemente son más fáciles para la gente. Los aperitivos también se agotan muy rápido, al igual que los productos de higiene personal. [Por otra parte], vemos que Dios está abriendo más puertas para colaborar con otros en la comunidad, incluidas otras iglesias. La IDP en New Springs se ha comprometido a ayudarnos, y esperamos recibir noticias de otras iglesias muy pronto.

En Mateo 25, Jesús habla sobre el juicio venidero:

“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.

Dios nos ha llamado a satisfacer las necesidades espirituales, físicas y sociales de las personas que nos rodean. Cuando nos movemos en fe, Dios abre puertas inimaginables para llevar a cabo esa misión.

¿Cómo pueden ayudarnos? Ante todo, cualquier cosa es de gran ayuda. Los alimentos o artículos de higiene personal siempre son de bendición para cualquiera. Aquellos que deseen hacer una donación lo pueden hacer directamente en el almacén depositando los artículos en los estantes o refrigeradores a cualquier hora los siete días de la semana. Si desean hacer una donación grande, pueden comunicarse conmigo para planificar la recogida. Varios granjeros locales nos han bendecido con sus productos incluyendo gallinas. Actualmente estamos buscando unas cuantas iglesias, negocios u organizaciones que nos ayuden a “recaudar alimentos” una vez al mes. Esto sería de gran ayuda para satisfacer la demanda. Aquellas personas que deseen enviar su ayuda de manera individual lo pueden hacer a través del tesorero de la iglesia o a través de nuestro portal: http://Rockwoodcogop.churchtrac.com/give.

http://Rockwoodcogop.churchtrac.com/give.

 

La imagen de arriba muestra el almacén The Care Cottage de la Iglesia de Dios de la Profecía en Rockwood, Tennessee.

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