“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Para la gloria de Dios, quien nos ha llamado y comisionado para la sagrada tarea de reconciliar al mundo con Él por medio del poder del Espíritu Santo, me siento honrado de compartir el progreso de nuestra nueva obra misionera en Madagascar.
Organizamos la iglesia en octubre de 2024 y, por la gracia de Dios, actualmente se congregan entre 80 y 90 fieles en cada uno de nuestros servicios. A principios de este año alcanzamos un peldaño importante durante la visita del obispo James Kolawole (presbítero general de África) y el reverendo Patrick Villanueva (Carolina del Norte, EE.UU.). Durante su estancia con nosotros, catorce miembros fueron bautizados y 55 tomaron el pacto de membresía.
Como resultado de este crecimiento, hemos solicitado al gobierno de Madagascar el registro oficial de la iglesia. Un requisito principal para la aprobación es ser dueño de un terreno. Con ese objetivo, damos gloria a Dios por habernos dirigido a una propiedad idónea en la ciudad capital, Antananarivo. El costo total del terreno, incluida toda la documentación necesaria, es de treinta mil dólares ($30,000).
Agradecemos cualquier contribución económica con la que puedan ayudarnos para obtener esta propiedad, indispensable para el continuo desarrollo y establecimiento de la obra de Dios en Madagascar. Aquí hay un gran potencial para alcanzar a los perdidos y expandir el reino de Dios.
A Su servicio,
Pastor IseOlorunkanmi Dada Mattiews
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