Un siglo de fe y resiliencia: La historia de la Iglesia de Dios de la Profecía de Hackleburg

La historia de la Iglesia de Dios de la Profecía de Hackleburg es una historia de fe inquebrantable, perseverancia y renovación —una congregación que, literalmente, se ha levantado de entre las cenizas más de una vez. Desde su fundación en 1925 hasta su centenario este mes de octubre, la trayectoria de la iglesia refleja tanto la fortaleza de sus miembros como la fidelidad del Dios al que sirven.

La congregación se organizó por primera vez el 12 de octubre de 1925, bajo el liderazgo de L.A. Moxley, quien también se desempeñaba como supervisor estatal en ese momento. En aquellos primeros años, los miembros se reunían en una modesta estructura de madera conocida cariñosamente como “la Iglesia de Madera Blanca”. Fue un comienzo humilde, pero lleno de fervor espiritual y un profundo compromiso con la difusión del evangelio en la pequeña ciudad de Hackleburg, Alabama, y sus alrededores.

La tragedia golpeó en la década de 1940, cuando un tornado arrasó a la comunidad y destruyó la “Iglesia de Madera Blanca”. Aunque la tormenta se llevó su edificio, no pudo sacudir su fe. Los miembros se reagruparon, reconstruyendo tanto física como espiritualmente, decididos a continuar la misión que Dios les había encomendado. Su historia pronto se convertiría en una de las muchas que dan testimonio del espíritu perdurable de Hackleburg.

En 1958, bajo el liderazgo del pastor Clyde Love, la congregación construyó un nuevo edificio para la iglesia, una estructura sólida y duradera que representaba no solo la seguridad física, sino también la estabilidad y el crecimiento de la iglesia. La gente de Hackleburg había soportado pérdidas antes, y con cada nueva temporada llegaba una fuerza y un propósito renovados. El edificio se convirtió en un centro de adoración, compañerismo y el alcance en la pequeña comunidad del norte de Alabama durante las siguientes décadas.

Una década más tarde, en 1968, la congregación completó la construcción de una casa pastoral durante el pastorado de J.C. Trammel. Este hito proveyó un hogar permanente para los pastores que servían a la congregación, fortaleciendo el ministerio y la presencia de la iglesia en la comunidad. La incorporación de la casa pastoral fue un testimonio de la creciente estabilidad de la iglesia y de su compromiso de cuidar a quienes cuidaban de ellos.

A lo largo de los años, la Iglesia de Dios de la Profecía de Hackleburg siguió floreciendo. Los miembros superaron los cambios en el liderazgo, los cambios culturales y los inevitables retos del ministerio en una pequeña ciudad. Sin embargo, a pesar de todas las pruebas, la congregación se mantuvo fiel a su vocación: adorar a Dios, proclamar Su Palabra y servir al pueblo de Hackleburg.

En 2009, bajo el liderazgo del pastor Clint Knowles, se construyó un nuevo y moderno edificio para la iglesia, que fue inaugurado el 11 de abril de 2009. El servicio de dedicación fue un acontecimiento lleno de mucha alegría, una celebración de lo que Dios había hecho y la gozosa anticipación del futuro. Sin embargo, pocos podían imaginar la prueba de fe que les esperaba.

El 27 de abril de 2011, un tornado de categoría F-5 arrasó a Hackleburg, dejando a su paso una devastación inimaginable. La tormenta destruyó el edificio de la iglesia, se cobró la vida de varios miembros y arrasó con gran parte de la ciudad circundante. En un solo día, años de trabajo y amor quedaron reducidos a escombros. Sin embargo, incluso en medio de una pérdida indescriptible, la congregación se aferró a su esperanza en Cristo. La destrucción física no pudo silenciar su adoración ni extinguir su luz.

Lo que siguió fue una notable temporada de reconstrucción, tanto de estructuras como de espíritus. A través de la oración, la generosidad y un profundo sentido de unidad, la Iglesia de Dios de la Profecía de Hackleburg se levantó una vez más. El 5 de mayo de 2012, justo un año después del desastre, la congregación celebró un servicio de dedicación para su iglesia recién reconstruida. El santuario que se construyó desde el suelo, sirvió como alegre testimonio de la realidad de la resurrección. Era una prueba tangible de que la fe permanece (1 Corintios 13:13) incluso después de las tormentas más feroces.

Hoy, un siglo después de su fundación, la Iglesia de Dios de la Profecía de Hackleburg sigue siendo un faro de fe en el condado de Marion en el estado de Alabama. Su historia es una de comienzos y renovaciones, de dolor y triunfo, y de un pueblo que ha aprendido, una y otra vez, que la gracia de Dios es mayor que cualquier prueba. Mientras la congregación mira hacia sus próximos 100 años, lo hace con gratitud por su pasado y con una confianza inquebrantable en Dios, que ha sido fiel a lo largo de todo este tiempo.

Share the Post: