Al despuntar del nuevo año 2025 en enero, un grupo misionero multinacional de alrededor del mundo se reunió en Nepal con la misión principal de ministrar a la juventud nepalís práctica, espiritual y mentalmente. El sueño de realizar una conferencia internacional de jóvenes había estado en el corazón del líder nacional de la juventud de Nepal, Yamsing Tamang, hace varios años. Yamsing había visto la necesidad y el hambre en la juventud de conocer más de Cristo, conocer a cristianos de otras culturas y ser fortalecidos en la fe. Además, tenía una gran preocupación por la salud mental de los jóvenes que luchan con la desesperanza provocada por la depresión que acarrea la pobreza, la falta de oportunidades, el desempleo y una vida difícil en general. Participaron en la conferencia líderes y jóvenes de Norteamérica, la India, las Filipinas, Malasia y Nepal. Más de cuatrocientos jóvenes caminaron, viajaron en autobuses públicos y otros en camiones para asistir a la conferencia.
[La conferencia] fue celebrada en enero bajo una estructura solo con techo, sin paredes; pero nadie se quejó, ni siquiera cuando el viento soplaba acompañado de una bruma fría y neblinosa. Desde muy temprano en la mañana hasta las 5:00 p.m., los jóvenes atentamente asistieron a las clases. Luego de un descanso de dos horas, regresaron alegremente a las 7:00 p.m. para la adoración, predicación y otras celebraciones hasta que llegó la hora de despedirse. Listos para el descanso de la noche, todas las jovencitas durmieron en el suelo de la iglesia local, y los varones fueron llevados en autobuses a otra iglesia cercana, donde también durmieron en el suelo. Sorprendentemente, ninguno de los dos grupos se quejó; solo expresaron gozo por la oportunidad de participar de la conferencia.
La adoración era tan fuerte e intensa que de vez en cuando el obispo Gopal Lama se vio en la necesidad de decirles que bajaran la intensidad debido a las quejas de la comunidad hindú local y para evitar que llegara la policía.
En la mañana, el obispo Kirk Rising ofreció el taller “Piénsalo”, centrado en fomentar una mejor salud mental. Muchos jóvenes fueron bendecidos y fortalecidos por esta enseñanza. La Dra. Cathy Payne compartió durante la sesión general, pero también tuvo una sesión en la que le ministró a todas las jóvenes. El obispo Tim McCaleb enseñó sobre la importancia de combinar la palabra de Dios con la fe, y los líderes de jóvenes nacionales de las Filipinas y Malasia ministraron a través del cántico y la enseñanza. Juan Rivera, líder de jóvenes de la región noreste hispana de los Estados Unidos, y Omar González, líder de jóvenes estatal de California, impartieron clases, predicaron durante los servicios de la noche y animaron poderosamente a la juventud. También participaron de la conferencia Jessica Wellings y Jonathan McCaleb; cada uno tuvo la oportunidad de compartir mensajes de aliento.
La conferencia dio por terminada con la entrega de biblias nuevas a cada uno de los jóvenes, regalo de parte de la iglesia de Tucson (Arizona). Sus rostros se llenaron de alegría al recibir la Palabra de Dios en nepalí, pues, la mayoría nunca había tenido una Biblia. Este solemne momento de entrega de biblias nos conmovió profundamente a todos. Ver su gozo y entusiasmo es algo que quedará grabado para siempre.
Luego de la conferencia, el grupo continuó ministrando. Visitamos las iglesias locales cercanas, vimos su trabajo, escuchamos sus testimonios, oramos con ellos y repartimos biblias. También tuvimos la oportunidad de visitar uno de nuestros orfanatos. Cuando llegamos, los niños ya estaban en fila para recibirnos, compartimos con ellos por varios minutos mientras la hermana Payne les preguntaba sobre sus experiencias en la escuela y cuáles eran sus sueños para el futuro. Luego, entonaron varios coros, posaron para las fotos y nos dieron a todos un fuerte abrazo.
Al concluir este viaje misionero, y cada miembro regresaba a su casa, el consenso general fue que el viaje a Nepal y conocer a nuestra gente fue una experiencia asombrosa y gratificante. Y a pesar de que todos fuimos a ministrar, cada cual reconoció haber recibido más de lo que dio.
Testimonios de los miembros del grupo
Una cita divina en Nepal
Pastor Richard Anthony, director nacional de jóvenes de Malasia
Mi reciente viaje a Nepal para participar de la conferencia de jóvenes fue una experiencia profunda, una cita divina que nunca podría haber anticipado plenamente. Fui con un propósito tripartito: enseñar sobre temas de fe y resiliencia, conectarme con la vibrante juventud nepalí y apoyar a nuestra iglesia en la organización de la conferencia de jóvenes inaugural de la nación. Desde el principio, la mano de Dios fue evidente.
Al principio no estaba seguro si debía aceptar la invitación, pero luego de darme cuenta de las crecientes tasas de depresión y suicidio entre los jóvenes nepalís, mi entendimiento fue aclarado. La situación me tocó profundamente debido a mi propia experiencia para superar la depresión. Pude entender claramente de que Dios tenía una razón específica para que asistiera a la conferencia, y se reafirmó aún más cuando compartí mi testimonio personal por primera vez, algo que no había hecho antes.
La interacción con los jóvenes fue realmente inspiradora, marcada por su receptividad, compromiso y genuino deseo de conocer más del Señor. Durante mi escala de vuelo, me aprendí un cántico en nepalí y fue un poderoso punto de conexión inesperado. [Participar] de la distribución de biblias en nepalí y ver el entusiasmo por la Palabra de Dios fue un momento inolvidable. Esta experiencia también me trajo recuerdos del ministerio de mi padre en un pueblo hindú cercano, marcando el efecto de la perseverancia y la fe. Por otra parte, la conexión con otros líderes nacionales de jóvenes creó un profundo sentido de unidad en Cristo.
Agradezco al obispo Tim McCaleb por darme esta gran oportunidad. El informe del [periódico] KathmanduPost sobre los 7,223 suicidios en Nepal durante el año fiscal 2023-2024, el más alto en la historia de la nación, confirmó la importancia de la conferencia. Sin duda alguna, esta conferencia fue divinamente orquestada para reunirnos como instrumentos de avivamiento en Nepal.
¡Hazlo de nuevo, Señor!
Omar González, director regional de jóvenes de California
¿Por dónde comienzo? Fue una bendición y un privilegio estar con nuestra familia de la IDP y la juventud de la hermosa nación de Nepal. Gloria al Señor por haber sido testigo de esta ocasión histórica —¡la primera conferencia de jóvenes de Nepal!
Asistieron más de 400 jóvenes, además de participantes de la India, Malasia, las Filipinas y Norteamérica. Fue una experiencia gloriosa presenciar una atmósfera de expectación y un deseo genuino por la Palabra de Dios. Mis propios ojos vieron el reino de Dios llenando los corazones de cada pastor, padre y joven presente. Tuve la oportunidad de escuchar sus historias de cómo llegaron a la fe, y también de los obstáculos y desafíos que enfrentan en muchos niveles debido a su fe en Cristo. Pero a pesar de esos desafíos, su fe continúa creciendo, como también su deseo de ver la gloria de Dios y de aprender sobre su Palabra.
Regresé a casa con el corazón lleno de amor por el pueblo de Dios en Nepal, y no puedo evitar recordar las poderosas palabras de Jesús: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6). Ruego al Señor que sacie la sed de nuestros jóvenes en Nepal en aguas más profundas; y también lo haga en nuestras iglesias en Asia y en todo el mundo, porque este es solo el comienzo para la juventud de la Iglesia de Dios de la Profecía. ¡Hazlo de nuevo, Señor!
¡Bendecida!
Jisel Baliguat, directora nacional de jóvenes de las Filipinas
Me sorprendió la experiencia que el Señor me concedió en este viaje misionero a Nepal. Comienzo mi testimonio diciéndoles que por primera vez estaba siendo invitada para [dar una conferencia] en otra nación. Durante mi primera presentación, me sentía muy nerviosa porque debía dar la enseñanza en inglés, y mi idioma nativo no es el inglés. Además, el material tenía que ser comprensible y traducible. Por varios días oré al Señor para que me utilizara como instrumento para conectarme con los jóvenes y compartir la Palabra de Dios. Sin duda, fue una bendición conectarme con ellos. Después de mi primera presentación, dos jovencitas se me acercaron y me dieron las gracias en filipino. Me sentí muy emocionada y bendecida al ver el esfuerzo que hicieron para darme las gracias en mi propio idioma.
Durante el segundo día, fui impactada y bendecida por la pasión que tiene la juventud nepalí. Esta nueva forma [for me] [para mí] de servir al Señor y conectar con Su pueblo es emocionante.
También fue una bendición ver la creación de Dios en Nepal y la [maravilla] de experimentar la hospitalidad de su gente. Me siento privilegiada de haber formado parte del grupo que ministró. Gracias al Señor por la oportunidad.










