Norteamérica: Impulso Misionero de Octubre

Multiplicando la esperanza: La misión de Dios a través de la Iglesia de Dios de la Profecía en NorteaméricaMultiplying Hope: God’s Mission Through the Church of God of Prophecy in North America

Cuando observamos nuestro movimiento hoy en día, es evidente que estamos viviendo un período de crecimiento inspirado por el Espíritu. Dios está abriendo puertas, tocando corazones y estableciendo nuevas iglesias y misiones en lugares que necesitan desesperadamente la esperanza de Jesucristo. Las cosas que estamos presenciando no solo es alentador, sino milagroso.

Empoderada por el Espíritu Santo, la Iglesia de Dios de la Profecía, ha adoptado una visión audaz y piadosa: para el año 2030, creemos que Dios nos permitirá plantar 500 nuevas iglesias y 2,000 iglesias saludables a través de Norteamérica. Esta visión no nace de la ambición humana, sino del llamado divino. Está cimentada en la gran comisión e impulsada por Su promesa: “…edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

El Señor ya está superando nuestras oraciones y esperanzas. Cada mes, recibimos nuevos informes sobre congregaciones que están siendo plantadas –iglesias que se reúnen en las casas, en locales comerciales, escuelas y santuarios–, lugares donde el nombre de Jesús está siendo exaltado, la Palabra de Dios es proclamada y discípulos están siendo formados. Cada nueva iglesia que se establece trae consigo otro testimonio de la fidelidad de Dios, revelando Su poder a través de familias restauradas, vidas transformadas y comunidades cambiadas por Su presencia.

Una temporada de capacitación y envío

Este año celebramos un gran peldaño: más de 1,000 líderes han sido equipados gracias a nuestros talleres de capacitación sobre las dinámicas saludables de la iglesia. Estas herramientas equipan a los pastores, a los plantadores de iglesias y a los líderes con las destrezas que necesitan para plantar iglesias empoderadas por el Espíritu y hacedoras de discípulos. El desarrollo de iglesias saludables es un proceso deliberado, cimentado en la oración y construido con principios bíblicos, un liderazgo enfocado y un compromiso de crecimiento integral.

Celebramos la respuesta de muchos líderes que han respondido al llamado para ser equipados. Sin embargo, las palabras de Jesús en Mateo 9:3538 nos recuerdan que la cosecha es mucha, pero los obreros aún son pocos: “Entonces dijo a sus discípulos: ʻA la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su miesʼ”.

Sin duda, la cosecha es abundante. El desafío que tenemos ante nosotros no es la falta de oportunidades; sino la necesidad de más obreros —hombres y mujeres que respondan al llamado de Dios, que se establezcan en las comunidades y naciones, y que lleven las buenas nuevas del reino con fe y denuedo. Creemos que Dios está llamando a nuestras iglesias existentes a multiplicarse DANDO A LUZ NUEVAS IGLESIAS.

Construir puentes, derribar barreras

El evangelio es un mensaje de reconciliación. [Como embajadores de Cristo] se nos ha confiado la misión de reconciliar al mundo con Cristo por medio del poder del Espíritu Santo. Dondequiera que se planten nuevas iglesias, también se construyen puentes —puentes diseñados para llevar el mensaje de esperanza de Cristo a una humanidad quebrantada. Al mismo tiempo, se derriban barreras —barreras de pecado, división e incredulidad que han separado a las personas del amor de Dios.

No podemos subestimar la importancia de este llamado. Nuestras comunidades están repletas de personas que anhelan conocer las buenas nuevas. Quizás no entren por las puertas de una iglesia tradicional el domingo por la mañana, pero responderán fácilmente a la invitación que les haga un amigo para unirse a un pequeño grupo, a un vecino que les invite a una comida y les comparta la fe, o a una iglesia que se reúne en un centro comunitario y los recibe sin prejuicios. Oramos para que Dios establezca comunidades de fe en todos los lugares de Norteamérica.

Nuestro compromiso como Iglesia de Dios de la Profecía es derribar las barreras que separan a la gente de Jesús y construir puentes sólidos que lleven Su amor a todos los rincones de la sociedad. Esta es la definición de nuestra identidad misional.

Su rol en la misión de Dios

Entonces, ¿qué nos pide Dios en esta temporada?

  1. Ore con nosotros. Sobre todas las cosas, debemos seguir siendo un pueblo de oración. Ore fervientemente para que el Señor de la mies envíe obreros. Ore por los hombres y las mujeres que ya están plantando iglesias, y que a menudo enfrentan grandes sacrificios. Ore por las comunidades donde se están estableciendo estas nuevas obras, para que la tierra esté lista para sembrar la semilla del evangelio. Ore para que las iglesias locales existentes y los pastores escuchen el llamado de Dios a plantar misiones e iglesias nuevas.
  2. Responda al llamado. Algunos al leer estas palabras quizás sientan un deseo profundo en su interior de responder al llamado de Dios. El Señor puede estar invitándole a dar un paso de fe, ya sea a plantar una iglesia, ir al campo misionero o comenzar un pequeño grupo en su hogar que más adelante podría convertirse en una congregación. No ignore ese impulso del Espíritu. Cuando Dios llama, también capacita.
  3. Celebre la obra de Dios. No pierda de vista lo que Dios ya está haciendo. Cada nueva iglesia, cada nueva misión, cada nueva reunión es motivo de gozo. Cada nueva misión es un testimonio de la fidelidad de Dios y cada líder que se forma es una señal de que el Espíritu está obrando para preparar a Su pueblo para la cosecha.
  4. Únase a la misión. No todos han sido llamados a plantar iglesias, pero todos son llamados a participar en la misión de Dios. Usted puede dar, servir, animar y compartir. Puede construir puentes con sus vecinos mostrándoles el amor de Dios que los conduzca hacia Cristo.

Mirando hacia el futuro con esperanza

A medida que se acerca el 2030, nuestros corazones se llenan de expectativa. No ponemos nuestra confianza solo en estrategias o números, sino en el Señor de la cosecha, quien ha prometido estar con nosotros hasta el fin de los tiempos. Nuestra visión de [alcanzar] 500 nuevas iglesias y 2,000 iglesias saludables es más que solo números; son vidas transformadas, comunidades renovadas y el crecimiento del reino de Dios.

Nos regocijamos en Dios por todo lo que ya hizo y confiamos con fe en lo que aún hará. Juntos, somos parte de un movimiento más grande que nosotros mismos, una familia empoderada por el Espíritu que cree que Jesús sigue edificando Su iglesia hoy en día.

Así que oremos. Vamos a construir puentes y a derribar barreras. Celebremos también las cosas maravillosas y emocionantes que Dios está haciendo en la Iglesia de Dios de la Profecía en Norteamérica.

Para más información sobre cómo puede participar en la iniciativa Multiplicación 2030, visite www. Multiply2030.org.

Share the Post: