Fondo Ayude a un Niño

La oficina de Misiones Mundiales continúa recibiendo informes preocupantes de nuestros ministerios en Haití. Lamentablemente, el caos y la violencia sigue rampante y se ha extendido más allá de la capital. A pesar de los esfuerzos por restablecer la paz, los grupos armados siguen controlando casi el 90 % de Puerto Príncipe. La inestabilidad ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad.

A una hora de la capital, tenemos nuestro orfanato más antiguo en la ciudad costera de Léogâne. Hoy en día, el hogar cuida activamente a unos cincuenta niños, garantizándoles comida, un lugar seguro donde vivir, educación y enseñanza espiritual. Este hogar es un poderoso testimonio de la fidelidad de Dios. Varios de los niños que se criaron allí han regresado y forman parte del equipo de liderazgo del lugar que los cuidó. El hogar cuenta con dormitorios, sanitarios, salones y una cocina. En tiempos más tranquilos, tenían la posibilidad de generar fondos adicionales con el alquiler de una casa de huéspedes que tienen en la propiedad.

A pesar de un año incierto y temible, en el que la violencia de Puerto Príncipe trascendió hasta su ciudad, ellos fueron protegidos por Dios en todo momento. En noviembre, el equipo de liderazgo, en oración, tomó la decisión sabiamente de trasladar a los niños cada noche a un lugar más seguro. Noche tras noche, la mano de Dios estuvo sobre ellos y los cuidó durante un tiempo muy peligroso. En diciembre, luego de que la tensión disminuyera considerablemente, los niños regresaron a su hogar en Léogâne. El personal y los niños testifican que la mano de Dios los protegió e hizo provisión para sus necesidades. ¡Dios es verdaderamente fiel!

A pesar de estos retos, el hogar se ha mantenido firme como un refugio de alegría, aprendizaje y crecimiento. El inicio del año escolar, previsto inicialmente para la primera semana de septiembre, tuvo que ser pospuesto hasta la primera semana de octubre; pero el personal continuó con el programa de verano para que los niños tuvieran una transición tranquila y se adaptaran rápidamente a sus nuevas aulas. Como parte del programa de verano, la directiva desarrolló otras actividades para que los niños siguieran aprendiendo y participando activamente. Entre las actividades, participaron en un torneo de fútbol, en cursos de pintura y costura, y también ayudaron en pequeños proyectos de mantenimiento en los terrenos. Entre otras cosas, les enseñaron sobre algunos modales en la mesa, y aprendieron que cosas tan simples como saber sentarse correctamente es una forma de mostrar respeto y agradecimiento. Y, por supuesto, tuvieron tiempo para celebrar y disfrutar su compañía. ¡Estos niños realmente saben cómo gozarse!

El orfanato de Haití es un testimonio vivo de las palabras de Colosenses 3:16, 17:

«Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido. Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él. (RVR 1960)

A pesar de las continuas dificultades para adquirir todos los suministros necesarios, el equipo directivo ha logrado comprar la mayoría de los artículos esenciales para el uso diario. Estamos seguros de que Dios proveerá fielmente para todas nuestras necesidades. Rogamos sus oraciones por el increíble ministerio que se lleva a cabo en el orfanato y por la nación de Haití.

VIDEO DE HAITÍ

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