Materiales: Biblia, papel, lápiz
Preparación: Lea y estudie 1 Samuel 23:1-4.
Escriba cada una de las siguientes preguntas en tiras de papel.
¿Dónde se escondieron de Saúl David y sus hombres?
¿Qué estaba ocurriendo en la ciudad de Keila?
¿Por qué le preguntó David a Dios dos veces si debía atacar a los filisteos que estaban causando problemas en Keila?
¿Qué dos preguntas hizo David acerca de Saúl y los hombres en Keila?
¿Qué hizo Dios por David después de que le pidió que lo guiara?
¿Cuántas veces le preguntó David al Señor qué debía hacer en esta historia bíblica?
Presentación: Divida la clase en tres equipos. Deles dos hojas a cada equipo. Pídales que estén atentos a las respuestas de las preguntas mientras narra la historia bíblica. Recuérdeles que no deben gritar las respuestas durante la historia bíblica. Al final, pídale a cada equipo que lea sus preguntas y den las respuestas. Si un equipo no sabe las respuestas a sus preguntas, dele la oportunidad a los otros equipos para que contesten.
Diga: David fue escogido por Dios para tomar el lugar de Saúl como rey de Israel. Debido a esto, Saúl determinó matar a David. Entonces, David, y los hombres que le seguían, se escondieron de Saúl en cuevas y en los montes.
Un día, un mensajero le trajo malas noticias a David. «Los hombres de la ciudad de Keila están en problemas. Los filisteos les están robando el grano y no tendrán alimento para el invierno».
Inmediatamente David le preguntó a Dios: «¿Quieres que vaya y ataque a los filisteos? ¿Quieres que ayude al pueblo de Keila?»
«Sí», le respondió el Señor.
Pero cuando David se lo dijo a sus hombres, ellos no quisieron ir. «Tenemos miedo aquí en nuestro propio pueblo. No hay forma de que podamos luchar contra el ejército filisteo».
Nuevamente David le preguntó a Dios: ¿Quieres que vaya y ataque a los filisteos?
«Sí», le respondió el Señor. «Ve a Keila. Yo te ayudaré a derrotar a los filisteos».
David y sus hombres fueron a Keila y pelearon contra los filisteos. Destruyeron el ejército y se llevaron todo el ganado, y el pueblo de Keila fue salvado.
Saúl escuchó acerca de la victoria de David sobre los filisteos. «Bueno», pensó él, «David está en Keila. Esa es una ciudad amurallada. David está atrapado». Saúl llamó a su ejército y comenzaron a marchar hacia Keila.
Una vez más, David le preguntó a Dios qué debía hacer. «Señor, ¿desciende Saúl a Keila para capturarme? ¿Me entregará al pueblo de Keila?
El Señor le respondió diciendo: «Sí, David. Saúl viene. Los hombres de Keila te entregarán a él».
David sabía lo que tenía que hacer. Llamó a sus hombres y salieron rápidamente de Keila. Cuando Saúl supo que David había salido de Keila, desistió de salir. Pero no dejó de buscar a David a diario, pero el Señor no le permitía encontrarlo.