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¿Qué te viene a la mente cuando piensas en un niño de quinto grado? ¿Ruidoso? ¿Energía alta? ¿Ama los ruidos corporales? ¿Quizás desordenado? Algunas palabras que me vienen a la mente cuando recuerdo que tenía 11 años, (ahora tengo treintacuatro años) son: disciplinada y decidida.

Cuando estaba en quinto grado, fuí a un retiro de preadolescentes con nuestra iglesia. Dios habló a mi joven corazón , cambió mi vida y me dirigió por un camino de búsqueda del Señor todos los días. Nuestro ministro de niños nos desafió a leer un capítulo de la Biblia al día. Me encantan los buenos desafíos, así que escribí en mi Biblia: En ese retiro comencé a leer mi Biblia todos los día. Hablé con mis padres de este compromiso cuando llegué a casa esa tarde. Por supuesto, mis padres se emocionaron de saber que su hija se había comprometido a leer la Palabra de Dios todos los días. Pensaron que podría comenzar la lectura diaria de la Biblia en Mateo o en alguna parte del Nuevo Testamento. Pero decidí comenzar en Génesis y leer la Biblia de principio a fin leyendo un capítulo al día. Realmente pensé que me desanimaría cuando llegara a Levítico o Números, pero seguí adelante. Durante los últimos años, no me han recordado que lea la Biblia. Esto tiene mucho que ver con la obra del Espíritu Santo en mi vida. Ha sido un gran gozo buscar al Señor y desarrollar un amor por la Palabra de Dios. Puedo recordar varias veces cuando llegaba a casa, me sentaba en la mesa de la cocina, abría mi Biblia y leía el capítulo del día. Sinceramente, la Biblia se convirtió en un mapa que provee dirección a mi vida y ahora familia.

Aquí hay algunas lecciones de vida:

  • Cuando te comprometas con algo, escríbelo y comparte ese compromiso con alguien. Escriba la fecha y su meta en su Biblia, y también comparta este compromiso con su familia.
  • Cuando las cosas se pongan difíciles, sigue adelante. Sé que hubo momentos en que estaba leyendo cosas que tal vez no entendía o era un poco aburrido, pero seguí adelante. ¡No te rindas! ¡Sigue buscando al Señor todos los días!
  • Sé que el Señor les habla a los niños pequeños, pero ha sido maravilloso recordar que Dios puede usar a nuestros niños para que sean un ejemplo para los demás. Quizás tengas un hermano mayor y un hermano menor que te están observando y claro que puedes ser usado para inspirarlos a leer más en sus Biblias.
  • ¡La Palabra de Dios está viva y activa! Para mis padres ver a su hija mantenerse comprometida con la lectura de la Palabra de Dios los desafió en su propio camino de fe y en su tiempo personal con el Señor.
  • El Espíritu Santo nos persigue y nos habla. Debemos elegir tener este tiempo con Él diariamente para dejar que Él nos llene. Sé que el Espíritu Santo me ha hablado durante los últimos años en mi tiempo en la Palabra de Dios. Esto también me ha recordado que es importante desafiar a los niños a quienes enseñamos a buscar al Señor todos los días. Deseamos que los niños tengan una relación personal con su Salvador. Animar a nuestros hijos, sobrinos y toda la familia a buscar al Señor a través de la lectura diaria de la Biblia es muy importante.

¿Cuáles son algunas formas en que puedes alentar a los niños en tu ministerio a abrir y leer la Palabra de Dios?

  1. Los ministros de niños actualmente pueden desafiar a los niños a leer un devocional diario y memorizar una Escritura a la semana.
  2. ¡También hay premios divertidos en el camino! Piensa en tu ministerio. ¿Cuáles son algunos desafíos divertidos que puedes hacer para que tus niños conozcan la Palabra de Dios?
  3. Puedes desafiarlos a leer un capítulo a la semana o puedes proporcionarles devocionales diarios. Estos devocionales por edad están diseñados para ayudar a los niños a encontrar tiempo con Dios en medio de una semana ocupada.

¡Oremos por nuestros hijos para que estén llenos de la Palabra de Dios para que estén preparados para vivir su fe en nuestro mundo! Me encanta esta verdad que se encuentra en 2 Timoteo 4:12: Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. ¡Sé que su hijo es, y será un ejemplo para mí y para muchos otros en los años que están por venir!

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