Desarrollando y Sirviendo a las Familias con Niños con Necesidades Especiales.

En el mundo del desarrollo y servicio a las familias, hay un enfoque especial para aquellos que tienen hijos con necesidades especiales. Estas familias valientes enfrentan desafíos únicos, y es importante apoyarlas y acompañarlas. Como ministros de niños, estamos llamados a servir y atender las necesidades del cuerpo de la iglesia, incluso aquellos con necesidades especiales. No importa la capacidad que tengas en el ministerio, esto es algo a lo que ser sensible y actuar.

En este blog, exploraremos cómo podemos ayudar a estas familias brindando apoyo, recursos y comprensión para que su experiencia sea más inclusiva y gratificante. Encontrarás algunas maneras que te ayudarán a atender a las familias con niños con necesidades especiales:

  1. Ten un corazón dispuesto: Acércate a estas necesidades con un espíritu de oración y un corazón dispuesto que desea servir a todas las familias que entran por tu puerta. Capacita a tus líderes y voluntarios para que hagan lo mismo. Una vez que se toma esa postura, las familias se sienten bienvenidas y a gusto al decirte lo que necesitan para que su hijo sea bien atendido durante las horas de enseñanza y adoración.
  2. Haz pequeñas modificaciones: Muchos niños que tienen necesidades especiales requieren cambios pequeños para sentirse cómodos en la iglesia. Poner imágenes y seguir un horario les ayuda a la mayoría de los niños a saber qué va a pasar durante la lección o el tiempo de adoración. Estas cosas también benefician a casi todos los niños en tus clases, no solo a los que tienen necesidades especiales. Puedes hacer horarios con imágenes para que los líderes sepan qué viene después. Trata de tener una rutina similar cada semana en tus enseñanzas. Utiliza cinta o puntos de colores para marcar dónde quieres que los niños se sienten, paren o caminen. Estos cambios pequeños les ayudarán a los niños a saber qué hacer y a sentirse menos preocupados.
  3. Proporciona un voluntario adicional: Para los niños que pueden necesitar atención adicional, proporciona un amigo especial para que se quede con un niño para ayudar con cualquier necesidad adicional que esté más allá de la capacidad de sus maestros y líderes.
  4. Piensa en escenarios: Algunos niños se sienten incómodos al salir del aula o al participar en un entorno de grupo grande. Esto puede ser por varias razones, incluyendo música a todo volumen o mucho movimiento y emoción. Tengan una actividad alternativa para que estos niños hagan durante este tiempo y reúnelos rápidamente con el grupo cuando se sientan cómodos.
  5. Mantén una comunicación abierta con los padres y cuidadores: Si las familias saben que tu corazón es proporcionar una experiencia inclusiva a sus hijos, estarán más dispuestas a compartir detalles sobre lo que su hijo necesita. Esto empieza contigo. Comunica al cuerpo de tu iglesia que estás dispuesto a proporcionar un entorno que incluya a todos los niños y que harás todo lo posible para servir y acomodar a aquellos con necesidades especiales.
  6. Amor para estas familias: Recuerda que el estrés de criar a los niños que tienen necesidades especiales es abrumador en los matrimonios y la vida en el hogar. Ellos, más que nadie, necesitan tiempo para adorar y saber que sus hijos están siendo atendidos y enseñados sobre el amor de Jesús. Haz lo que puedas y prioriza este servicio en tu ministerio.

Al desarrollar y servir a las familias con niños y necesidades especiales, creamos un entorno especial en nuestras clases para que puedan disfrutarlo. Guiemos a estos niños y sus familias. Al hacerlo, tanto los maestros, los voluntarios y los padres de los niños serán bendecidos al participar en este ministerio que brinda apoyo a los niños con necesidades especiales. Cada semilla depositada resonará en la eternidad, recuerda que la Palabra de Dios dice: “Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13:16).